En
la calle Dr. Antero Pimentel, en la ciudad de Póvoa de Varzim,
Portugal, se encuentra situada la Casa Beires, diseñada por Álvaro
Siza Vieira.
El
encargo de la vivienda por el alcalde de Beires llegó en una fase
donde no se realizaban proyectos, correspondiente a un periodo de
rápido crecimiento del coste de construcción.
“Cuando
emprendí el proyecto me dije a mí mismo: otra planta horrible”.
En
la primera visita Álvaro Siza se sintió desilusionado con el lote
presentado ya que era una de las típicas parcelas rectangulares de
los planes de urbanización. Junto al descontento con el área de
intervención, surgían las imposiciones y voluntades de la familia,
querían que existiera un patio que fuera el centro de la vivienda,
apareciendo así, el patio como motor del proyecto, idea que se
incompatilizaba con las dimensiones de la parcela.
Sin
embargo surge espontáneamente un diseño del arquitecto que
satisfació a la familia haciendo realidad el proyecto. Éste parte
de la forma geométrica de un cubo, en el cual una de las aristas da
la sensación de estar en ruinas, como si hubiera sido colocada una
bomba en la esquina que, consecuentemente, hubiera explotado.
La
“explosión” da lugar a un patio-jardín ubicado frente a la
calle y se caracteriza por ser un espacio de transición
interior-exterior, privado-público, alrededor del cual se desarrolla
la casa.se puede acceder a esta mediante el garaje, a las espaldas de
la casa y por una entrada lateral de la casa.
La
vivienda consta de dos plantas donde el primer piso está destinado
para el ámbito público y de ocio compuesto por una secuencia de
sala-comedor-estudio a lo largo de la fachada que aporta una gran
fluidez y luminosidad, en el segundo es visible la no ortogonalidad e
irregularidad de las paredes divisorias que resultan de una rotación
según las direcciones de la fachada explotada y consta de una
habitación principal, dos habitaciones y dos baños .
Los
dos niveles presentan plantas muy distintas pero tienen en común el
estar orientadas hacia el patio-jardin reforzando así la importancia
de este.
Consta
de muros de piedra y ladrillo perforados para los cerramientos
exteriores mientras que los interiores son de piedra portante y de
ladrillos perforado de 7 o 10 cm de grosor , sobre estos y sobre
vigas de hormigón armado estarán los forjados de ladrillo hueco.
La
fachada principal aparece craqueada, buscando la sensación de ruina
y se encuentra totalmente abierta al patio mediante una cristalera
que es signo identificativo de la casa , teniendo además un sistema
complejo pero enriquecedor ya que posibilita abrir y cerrar la
fachada siendo el sistema de ventanas en guillotina.
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